Qué saber
El dióxido de titanio es un mineral muy abundante en la Tierra: es el noveno elemento químico más abundante en la corteza terrestre. Puede ser usado en cosméticos como un filtro UV o como un tinte blanco. Cuando se trata de un filtro UV, se puede reducir en forma de nanopartículas: el CSSC ha aprobado el uso de dióxido de titanio en forma de nanopartículas en cremas solares a partir de 2014, en concentraciones inferiores al 25%. El Reglamento CE 2016/1143 de julio de 2016 liberó el uso de dióxido de titanio en esta forma en los cosméticos. El dióxido de titanio reducido al tamaño de las nanopartículas está permitido en Bio, y elimina el antiestético efecto blanquecino causado por este filtro mineral cuando se utiliza en su estado micrométrico, es decir, en su tamaño original. Tenga en cuenta que el fabricante tiene la obligación de mencionar junto al nombre del ingrediente la mención (NANO) o [NANO] en la lista del INCI, cuando este sea el caso.
En 2006, el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) clasificó el dióxido de titanio TiO2 en el grupo de sustancias "posiblemente cancerígenas para los seres humanos" (grupo 2B): cuando se inhala independientemente del tamaño de la nanopartícula o no. En 2016, la ANSES presentó a la ECHA (Agencia Europea de Sustancias y Preparados Químicos) una propuesta para clasificar el dióxido de titanio como carcinógeno por inhalación (reevaluación en la categoría 1B).
Como han entendido, el caso del Dióxido de Titanio, el único filtro UV autorizado en Bio con Óxido de Zinc es muy complejo. No obstante, observamos que principalmente plantea cuestiones y controversias cuando se inhala/traga y/o se utiliza en forma de nanopartículas.